Los baches y el lodo han comenzado a quedar atrás. En la vía La Esperanza – Membrillo, que une a más de 80 comunidades rurales del cantón Bolívar, ya se sienten los primeros efectos del mantenimiento que ejecuta la Prefectura de Manabí: tránsito más fluido, acceso más seguro y alivio para productores y familias.
La obra, que recorre cerca de 30 kilómetros entre las parroquias Membrillo, Quiroga y zonas rurales de Calceta, lleva un mes de intervención y avanza con buen ritmo gracias a las labores que ejecutan tres empresas contratadas a través de ferias inclusivas: 2 compañías de maquinarias y 1 de transporte.
Los trabajos incluyen mantenimiento de drenajes (limpieza de cunetas y alcantarillas), recuperación del ancho de vía y reposición de material de mejoramiento en tramos puntuales. Volquetas, motoniveladoras, rodillos y tanqueros trabajan de manera simultánea en distintos frentes para asegurar el tendido, compactado e hidratado del material pétreo que se está colocando en la vía.
Una excavadora brazo largo de la Prefectura realiza la limpieza de obras de drenaje, y en los próximos días se incorporará otra para colocar piedra escollera en las zonas donde la estructura vial ha sido socavada.
Se prevé el transporte y colocación de 5.000 metros cúbicos de material de mejoramiento y más de 2.300 metros cúbicos de piedra escollera, lo que reforzará la vía ante futuras lluvias y mejorará su durabilidad.
“Esta intervención es un alivio para nuestras comunidades. Mejora notablemente el estado de la vía, facilita el transporte de cosechas y evita daños en los vehículos”, señaló Óscar Cedeño, presidente del GAD Parroquial de Membrillo, al destacar el impacto directo para productores de cacao, cítricos y ganado.