Olga Morrillo y sus vecinas recorren la quebrada El Naranjo en la parroquia Simón Bolívar, muy cerca de la desembocadura del río Portoviejo. El recuerdo del desastre provocado por esta vertiente hídrica, durante el invierno pasado, sigue vivo en sus recuerdos.
«Nos tocó vivir algo que nunca habíamos experimentado. El agua arrasó con todo, los daños fueron incalculables, muchas familias perdieron todo», comentó Olga.
Para prevenir esta emergencia, la Prefectura de Manabí ejecutó trabajos de limpieza y reconformación de muros en la quebrada El Naranjo. La intervención cubrió una distancia de aproximadamente 1.390 metros lineales hasta la desembocadura del río Portoviejo, explicó el ingeniero Ronald Vélez, técnico de la Dirección de Recursos Hídricos de Manabí.
«Estos trabajos permitirán que el agua fluya mejor hacia el río. Es un gran beneficio para nosotros, ya que evitaremos inundaciones y las pérdidas materiales que tuvimos la vez anterior», señaló Morillo.
«Estamos tranquilos porque estos trabajos nos dan seguridad», añadió Mayra Moreira, presidenta del Consejo Barrial de El Naranjo.
En esta misma parroquia del cantón Portoviejo, en el sector de Jotapi, se realiza la limpieza y reconformación de muros en el cauce del río Portoviejo. La finalidad es darle una mejor sección hidráulica al río. Se tiene planificado intervenir 1.220 metros lineales en esta zona.
«El invierno pasado nos dejó destrozada la propiedad. Si no se hubieran hecho estos trabajos, se perdería todo», indicó Fátima Mieles, propietaria de los terrenos donde la maquinaria está trabajando actualmente.
«Agradecemos a Dios que el invierno sea lento y no venga tan pronto. También agradezco al Prefecto, porque estos trabajos son de muchísima ayuda para nosotros», concluyó Mieles.